El cuerpo humano es una de las máquinas más precisas y perfectas creadas por la Madre Naturaleza y como tal, posee mecanismos de todo tipo para su funcionamiento y regulación, a parte de todo lo que podemos hacer a voluntad o conscientemente, el cuerpo también funciona por si solo, sin nuestra decisión, ¿o eres tú el que provoca el latir del corazón, o el proceso de la digestión o de la eliminación de toxinas y reparación celular?
Los mecanismos o procesos internos que escapan a nuestra voluntad (pero no a nuestro control) son tarea de una parte de nuestro gran órgano extraordinario, el cerebro, los lleva a cabo el sistema nervioso autónomo o vegetativo, que como su nombre indica funciona de manera autónoma, ahora bien, este sistema tiene dos vertientes o ramas de funcionamiento, la rama simpática y la rama parasimpática, el simpático se encarga de la actividad y funcionamiento diurno, es decir, genera hormonas y enzimas para el suministro de energía, regula todos los procesos de digestión, de activación muscular, mental, emocional y todo lo relacionado con la actividad, de forma natural se activa a las seis de la mañana y se mantiene activo hasta las seis de la tarde.
El sistema parasimpático se encarga de la depuración y eliminación de toxinas, de la reparación de células y tejidos, del reequilibrio en todos los niveles físicos, mental y emocional y de muchas más tareas relacionadas con la purificación y vuelta al equilibrio, de modo natural se activaría a las seis de la tarde y se prolongaría hasta las seis de la mañana pero eso sería en caso de llevar una vida sana y natural. Este sistema solo entra en funcionamiento cuando se detiene el simpático, es decir, se dejan de comer alimentos sólidos, cuando el cuerpo se relaja, la mente se para, cuando se detiene la estimulación sensorial y la estimulación emocional y entonces solo entonces el sistema parasimpático empieza la depuración del organismo.
Y todos sabemos que esto no ocurre en nuestra vida moderna civilizada, el sentarse en silencio, sin hacer nada y digo bien claro, nada, (eso incluye sin televisión) se considera una pérdida de tiempo y solo en esos momentos es cuando se activa el tan importante modo parasimpático de nuestro organismo. En los últimos años no se activa ni cuando dormimos ya que nos llevamos a la cama infinidad de pensamientos, emociones y experiencias sin concluir que nos impiden parar ni cuando dormimos, esto unido a la gran toxicidad que supone la vida en las ciudades hace necesario una nueva toma de consciencia, una observación objetiva de nuestro estado interno (físico, mental y emocional) y una decisión de volver al estado natural de existencia. Para ello lo primero es información y conocimiento y después todo es fácil.
Vamos a empezar por favorecer o estimular el proceso de limpieza natural de nuestro organismo, para ello vamos a realizar un ayuno maestro y una depuración con diversas plantas medicinales, la purificación se debe realizar en un estado de relajación y poca actividad ya que con ello vamos volviendo a los ciclos naturales de funcionamiento de nuestro cuerpo, sería contraproducente ayunar teniendo que realizar un gran esfuerzo físico o mental, ya que no se realizaría correctamente ni una cosa ni otra, por tanto las limpiezas siempre se deben hacer en periodos de descanso o vacaciones.
Un punto clave a la hora de la depuración es el colon, debido a las invaginaciones de su superficie interna y a la forma de vida sedentaria, con apenas ejercicio que masajeen nuestras vísceras internas, todo nuestro tracto intestinal y especialmente nuestro colon se han convertido en nuestras propias alcantarillas donde llevan acumulándose años y años restos de todo tipo de residuos, desde restos de alimentos sin digerir por completo hasta todo tipo de bacterias patógenas anaerobias pasando por aditivos químicos, toxinas, metales pesados, pesticidas y todo tipo de compuestos químicos artificiales de los que esta repleto nuestro carro de la compra pero que no entran dentro del ciclo metabólico natural y debido a las reacciones químicas internas puedan transformarse en compuestos más tóxicos si cabe. Todo esto reviste las paredes de nuestro tracto intestinal en forma de una masa …
Y continuamente se esta filtrando al torrente sanguíneo desde las paredes intestinales, lo que supone un foco continuo de toxicidad que hay que eliminar para poder realizar una limpieza verdadera.
El mejor y más eficiente método de limpieza del colon es una irrigación colónica con agua de manantial a temperatura corporal.
Durante el proceso de destoxificación, las toxinas acumuladas durante años en órganos y tejidos se desprenden de éstos, pasando al torrente sanguíneo para su eliminación, este aumento en la concentración de toxinas en sangre puede provocar mareos o dolores de cabeza los primeros dias y también puede experimentar estas toxinas en los niveles mental y emocional, sintiendo tensiones más profundas o síntomas del pasado, y las enfermedades potenciales mientras las elimina, ya que la limpieza es en todos los niveles y mientras se expulsan esas toxinas acumuladas puede haber estrés o malestar dependiendo de la cantidad de toxinas acumuladas, por ello también es aconsejable tomar hierbas relajantes y detoxicantes para facilitar y favorecer el proceso.
Esta limpieza se debe realizar durante un periodo de tres a siete dias, a partir del tercer día es cuando ya empiezan a expulsarse profundamente las toxinas, a través de la piel, orina, heces, aliento, sudor… es bueno ducharse y frotarse bien con jabones naturales para retirar todas las toxinas que se van expulsando así como tomar otras hierbas que favorecen el buen olor corporal y la depuración.
Una vez finalizado el ayuno se debe volver a la alimentación cotidiana de forma muy gradual y muy conscientemente, es decir, los primeros dias tomar zumos de frutas naturales, sopitas de verduras, después un poco de arroz integral, yogures y todo lo que vaya pidiendo el estomago, es muy importante sentir lo que necesita nuestro cuerpo (nuestro estomago nos lo dice) y no comer según los deseos de nuestra mente. Como dicen los chamanes, “cuerpo come, cuerpo decide”.
Los mecanismos o procesos internos que escapan a nuestra voluntad (pero no a nuestro control) son tarea de una parte de nuestro gran órgano extraordinario, el cerebro, los lleva a cabo el sistema nervioso autónomo o vegetativo, que como su nombre indica funciona de manera autónoma, ahora bien, este sistema tiene dos vertientes o ramas de funcionamiento, la rama simpática y la rama parasimpática, el simpático se encarga de la actividad y funcionamiento diurno, es decir, genera hormonas y enzimas para el suministro de energía, regula todos los procesos de digestión, de activación muscular, mental, emocional y todo lo relacionado con la actividad, de forma natural se activa a las seis de la mañana y se mantiene activo hasta las seis de la tarde.
El sistema parasimpático se encarga de la depuración y eliminación de toxinas, de la reparación de células y tejidos, del reequilibrio en todos los niveles físicos, mental y emocional y de muchas más tareas relacionadas con la purificación y vuelta al equilibrio, de modo natural se activaría a las seis de la tarde y se prolongaría hasta las seis de la mañana pero eso sería en caso de llevar una vida sana y natural. Este sistema solo entra en funcionamiento cuando se detiene el simpático, es decir, se dejan de comer alimentos sólidos, cuando el cuerpo se relaja, la mente se para, cuando se detiene la estimulación sensorial y la estimulación emocional y entonces solo entonces el sistema parasimpático empieza la depuración del organismo.
Y todos sabemos que esto no ocurre en nuestra vida moderna civilizada, el sentarse en silencio, sin hacer nada y digo bien claro, nada, (eso incluye sin televisión) se considera una pérdida de tiempo y solo en esos momentos es cuando se activa el tan importante modo parasimpático de nuestro organismo. En los últimos años no se activa ni cuando dormimos ya que nos llevamos a la cama infinidad de pensamientos, emociones y experiencias sin concluir que nos impiden parar ni cuando dormimos, esto unido a la gran toxicidad que supone la vida en las ciudades hace necesario una nueva toma de consciencia, una observación objetiva de nuestro estado interno (físico, mental y emocional) y una decisión de volver al estado natural de existencia. Para ello lo primero es información y conocimiento y después todo es fácil.
Vamos a empezar por favorecer o estimular el proceso de limpieza natural de nuestro organismo, para ello vamos a realizar un ayuno maestro y una depuración con diversas plantas medicinales, la purificación se debe realizar en un estado de relajación y poca actividad ya que con ello vamos volviendo a los ciclos naturales de funcionamiento de nuestro cuerpo, sería contraproducente ayunar teniendo que realizar un gran esfuerzo físico o mental, ya que no se realizaría correctamente ni una cosa ni otra, por tanto las limpiezas siempre se deben hacer en periodos de descanso o vacaciones.
Un punto clave a la hora de la depuración es el colon, debido a las invaginaciones de su superficie interna y a la forma de vida sedentaria, con apenas ejercicio que masajeen nuestras vísceras internas, todo nuestro tracto intestinal y especialmente nuestro colon se han convertido en nuestras propias alcantarillas donde llevan acumulándose años y años restos de todo tipo de residuos, desde restos de alimentos sin digerir por completo hasta todo tipo de bacterias patógenas anaerobias pasando por aditivos químicos, toxinas, metales pesados, pesticidas y todo tipo de compuestos químicos artificiales de los que esta repleto nuestro carro de la compra pero que no entran dentro del ciclo metabólico natural y debido a las reacciones químicas internas puedan transformarse en compuestos más tóxicos si cabe. Todo esto reviste las paredes de nuestro tracto intestinal en forma de una masa …
Y continuamente se esta filtrando al torrente sanguíneo desde las paredes intestinales, lo que supone un foco continuo de toxicidad que hay que eliminar para poder realizar una limpieza verdadera.
El mejor y más eficiente método de limpieza del colon es una irrigación colónica con agua de manantial a temperatura corporal.
Durante el proceso de destoxificación, las toxinas acumuladas durante años en órganos y tejidos se desprenden de éstos, pasando al torrente sanguíneo para su eliminación, este aumento en la concentración de toxinas en sangre puede provocar mareos o dolores de cabeza los primeros dias y también puede experimentar estas toxinas en los niveles mental y emocional, sintiendo tensiones más profundas o síntomas del pasado, y las enfermedades potenciales mientras las elimina, ya que la limpieza es en todos los niveles y mientras se expulsan esas toxinas acumuladas puede haber estrés o malestar dependiendo de la cantidad de toxinas acumuladas, por ello también es aconsejable tomar hierbas relajantes y detoxicantes para facilitar y favorecer el proceso.
Esta limpieza se debe realizar durante un periodo de tres a siete dias, a partir del tercer día es cuando ya empiezan a expulsarse profundamente las toxinas, a través de la piel, orina, heces, aliento, sudor… es bueno ducharse y frotarse bien con jabones naturales para retirar todas las toxinas que se van expulsando así como tomar otras hierbas que favorecen el buen olor corporal y la depuración.
Una vez finalizado el ayuno se debe volver a la alimentación cotidiana de forma muy gradual y muy conscientemente, es decir, los primeros dias tomar zumos de frutas naturales, sopitas de verduras, después un poco de arroz integral, yogures y todo lo que vaya pidiendo el estomago, es muy importante sentir lo que necesita nuestro cuerpo (nuestro estomago nos lo dice) y no comer según los deseos de nuestra mente. Como dicen los chamanes, “cuerpo come, cuerpo decide”.
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